Nuestra compañera Flora, comparte con nosotros su reflexiones tras la sesión de inicio del grupo de Habilidades Sociales para niños de nuestro centro eNBlanco:
«La primera sesión de un nuevo taller es siempre una experiencia llena de emociones. Si sumamos que en el grupo se van a trabajar las habilidades sociales y la gestión emocional y que las personas con las que vamos a trabajar son niños de entre 9 y 13 años, la mezcla de entusiasmo y responsabilidad es aún mayor.
El inicio de cualquier taller es siempre un reto. Surgen una infinidad de preguntas: ¿Lograré captar su atención? ¿Conectarán con la dinámica del taller? ¿Podré realmente ayudarles a mejorar sus habilidades sociales?. Esas dudas son parte de la emoción y el nerviosismo que se generan al llevar a cabo un proyecto al que has dedicado mucho tiempo, formación y dedicación.
Me di cuenta de que no era la única con nervios, las caras de los niños reflejaban curiosidad y nervios. A medida que empezamos a realizar las dinámicas y los juegos para fomentar la comunicación verbal y no verbal, y la cohesión del grupo, todos nos fuimos relajando. Pude observar como los niños se empezaron a abrir a la experiencia y comenzaron a disfrutar del taller.
Cada uno de los niños que forma parte del grupo tiene su propia historia, sus propias fortalezas y áreas por mejorar. Algunos necesitan aprender a expresar sus emociones con mayor claridad, otros deben trabajar en poner límites, mientras que algunos luchan con la timidez. Sin embargo, a pesar de sus diferencias, todos se aceptaron, ayudaron y apoyaron. La colaboración y el respeto aparecieron de manera natural y espontánea, y como psicóloga, fue conmovedor ver cómo empezaban a crearse los vínculos.
Al finalizar la sesión, sentí satisfacción y gratitud. No solo por haber superado la primera sesión de este proyecto, sino porque cada niño se llevó un aprendizaje y una experiencia. Realmente, la psicología no solo trata de teorías y técnicas, sino también de conexiones humanas y del impacto positivo que podemos generar en los demás.
Esta primera sesión del taller ha sido solo el comienzo de un camino lleno de oportunidades para seguir aprendiendo y creciendo junto a estos niños. Y aunque al inicio los nervios estuvieron presentes, al final, la sensación que predominó fue la satisfacción de poder ofrecerle a estos niños un lugar seguro en el que puedan trabajar su desarrollo y bienestar.»
Porque al final, conocer los principios teóricos y métodos científicos es obligación de cualquier profesional. Pero el modo en que se aplican, la responsabilidad con que se afrontan las distintas exigencias y retos y la humildad con la que se reflexiona con la finalidad de continuar aprendiendo, es lo que diferencia a unos profesionales de otros. Los que hacen que la humanidad y el respeto por el otro que fundamentan nuestro trabajo, no se diluya en el rigor científico que exige el mismo. Y todos estos aspectos son los que definen al equipo de eNBlanco.
Reflexiones de Flora Villegas y comentarios de Nuria Blanco.